viernes, 17 de junio de 2011

MAHATMA (ALMA GRANDE)



Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo,
vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes .No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva,
dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla .No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer. No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida
y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”. Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio
y aprende de ella a no depender. Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar
la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos
los que se acercan a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma,
 por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas,
serán iluminados por tu luz. Trabajo es sinónimo de  nobleza.  No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes, sólo se distinguen por ser bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y así te valorarás a ti mismo. Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos,
 quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y
 experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos. No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida,
es porque sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los
 obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón
de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida.“Que este día sea el mejor de tu vida".

 
 
MAHATMA GHANDI

miércoles, 8 de junio de 2011

hacia el amanecer


Si la tierra se cubre de tinieblas, no temas. No pienses que es una oscuridad eterna. Estas, amigo, cerca de los placeres, flores y valles; se firme y marcha adelante: ¡Aquí esta el Amanecer!

ANONIMO

no culpes a nadie


Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño; recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente. Aprende de los audaces, de los fuerte, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser mas grande que el mas grande de los obstáculos, mírate en tu propio espejo y serás libre y fuerte y dejaras de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tu eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate y triunfaras en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.


Pablo Neruda

EN PAZ


Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo, vida, porque nunca me diste esperanza fallida, ni trabajo injusto, ni pena inmeresida; porque veo al final de mi rudo camino que fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas; cuando plante rosales coseche siempre rosas. Cierto, a mis lozanias va a seguir el invierno;
¡Mas tu no me dijiste que mayo fuese Eterno!
Halle sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tu solo noches buenas, y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Ame, fui amado, el sol acaricio mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida estamos en Paz!

Amado Nervo

la felicidad esta adentro


Todo el mundo busca la felicidad y hay un medio seguro para encontrarla. Consiste en encontrar nuestros pensamientos. La felicidad no depende de condiciones externas, depende de condiciones internas. No es lo que tenemos o lo que somos o donde estamos o lo que realizamos, nada de eso; lo que nos hace felices o desgraciados es lo que pensamos de todo ello.


ANONIMO.

viernes, 3 de junio de 2011

El corazon espiritual

 
"Hay dos caminos.  Uno es el de la mente; otro el del corazón.  El camino del corazón es un atajo.  Si vamos por el camino de la mente dudaremos a menudo.  Dudaremos de nuestra propia aspiración, dudaremos de nuestras propias experiencias, de nuestro propio sentimiento de Dios.  En este momento amamos a Dios, y al momento siguiente tal vez no le amamos porque no ha colmado nuestros deseos.  En el camino de la mente, estamos siempre contradiciendo nuestros propios pensamientos.  Ahora decimos que el sendero es muy bueno y que estamos progresando; al momento siguiente, cuando nuestros deseos no se cumplen y las dudas entran en nosotros, nuestro progreso se detiene.
El otro camino es el del corazón.  Una vez que amamos a Dios, nos arrojamos en el mar de la Paz, la Luz y el Deleite. Como una gota que cae en el poderoso océano, sentimos que nos hemos convertido en el océano mismo.  Si empleamos la mente, esta dudará en seguida: “Seré destruido en este océano inmenso”.  Pero el corazón dirá: “No.  Voy a lanzarme.  Si salto, no estaré perdido, sino que me volveré Infinito”.  El corazón es un niño, y un niño tiene siempre fe en sus padres.  Si tenemos un Maestro, tendremos fe en él, y también tendremos fe en Dios, ya que Dios siempre estará haciendo lo mejor para nosotros.  Esto es lo que sentimos cuando seguimos el camino del corazón.  El camino del corazón es el más corto.
Hay muchas razones por las que hablo de situarnos en el corazón y no en la mente.  El corazón sabe como identificarse con lo más elevado, con lo más lejano, con lo más profundo.  En el caso de la mente no ocurre así.  La mente intenta identificarse con un objeto, con una persona, con algo limitado.  Pero esta identificación no es pura o completa.  Cuando la mente intenta identificarse mira el objeto con un ojo de vacilación, cuando no de auténtica sospecha.  Pero cuando el corazón quiere identificarse con algo o con alguien, utiliza el sentimiento de amor y unicidad.  Cuando el corazón quiere ver algo, lo ve sin reservas.  Cuando la mente quiere ver algo, intenta demorar y separar.  El corazón simplifica; la mente complica.  La mente, de manera inconsciente, obtiene placer en cosas complicadas y confusas, pero el corazón obtiene alegría de las cosas sencillas.
La mente humana, física, terrenal, está ahora mismo a nuestra disposición.  Pero la mente superior, la sobremente, la mente intuitiva o la supermente, no están a nuestra disposición en este momento.  En nuestra vida cotidiana utilizamos la mente física terrenal, que está siempre contradiciéndose.  Por desgracia, apenas usamos el corazón, que es todo amor, todo simpatía y atención, todo pureza y armonía, todo unicidad.
¿Por qué hablo de prestar más atención al corazón y menos a la mente?  Porque el corazón expande.  El alma representa nuestra iluminación, y es dentro del corazón donde reside el alma.  En la vida espiritual nuestro tesoro es el alma. Sólo con la ayuda del alma podemos progresar del modo más rápido en la vida interior, y sólo meditando en nuestro corazón podemos conectar con el alma.  Todos los caminos conducen a la Meta, pero hay uno en particular que nos llevará allí más rápido que los otros.
No estoy hablando del corazón humano, el corazón físico, que sólo es un órgano más, ni del corazón emocional, que en realidad es el ser vital.  Estoy hablando del corazón puro, el corazón espiritual.  Algunos maestros espirituales dicen que el corazón espiritual está en el centro del pecho; otros dicen que está situado un poco a la derecha; algunos dicen que a la izquierda.  Incluso hay un profesor espiritual que dice que el corazón está un poco más arriba de las cejas, en el lugar que llamamos tercer ojo.  ¿Cómo puede decir eso un Maestro?  Pues porque el tercer ojo iluminado es luz, y el corazón iluminado es también todo luz.  Pero de acuerdo a mi propia realización, el corazón espiritual se encuentra en el centro del pecho, en el centro de nuestra existencia.
El corazón es como el comandante en jefe, mientras que el alma es el rey.  Cuando el alma viene a la existencia, su primer interés es iluminar el corazón.  Cuando el alma se separa del cuerpo, automáticamente el comandante en jefe pierde todo su poder.  El corazón quiere estar con su rey.  No quiere unirse a otro rey o a otro ejército.  En el mundo externo, nuestros amigos pueden defraudarnos; pero en el caso del alma y el corazón, su intimidad es más que estrecha.  Nuestra parte física, a veces no escucha al alma.  Nuestro ser vital y nuestra mente pueden ignorarla también.  Pero el corazón es siempre fiel al alma.  El corazón también sabe como identificarse con otros corazones.  Una madre no tiene que demostrar el amor a su hijo diciendo ‘te quiero, te quiero’, porque la identificación de la madre con el hijo, hace que este se sienta amado.  El corazón verdadero no necesita convencer; tiene el poder de la unicidad."